Primacía de la Existencia
El problema metafísico fundamental en el origen de cualquier sistema de filosofía es la primacía de la existencia o la primacía de la consciencia.
"Lo Metafísico vs. lo Hecho por el Hombre", Philosophy: Who Needs It
La primacía de la existencia (de la realidad) es el axioma que la existencia existe, es decir, que el universo existe independiente de la consciencia (de cualquier consciencia), que las cosas son lo que son, que poseen una naturaleza específica, una identidad. El corolario epistemológico es el axioma que la consciencia es la facultad de percibir lo que existe – y que el hombre adquiere conocimiento de la realidad mirando hacia afuera. El rechazo de estos axiomas representa una inversión: la primacía de la consciencia – la noción que el universo no tiene existencia independiente, que es el producto de una consciencia (sea humana o divina, o ambas). El corolario epistemológico es la noción de que el hombre adquiere conocimiento de la realidad mirando hacia adentro (o a su propia consciencia o en las revelaciones que recibe de otra consciencia superior).

La fuente de esta inversión es la incapacidad o falta de voluntad de comprender plenamente la diferencia entre el estado interior de uno y el mundo exterior, es decir, entre el que percibe y lo que está siendo percibido (mezclando así consciencia y existencia en un indefinido paquete-mezcla). Esta distinción crucial no se le da al hombre de forma automática, sino que tiene que ser aprendida. Está implícita en cualquier forma de consciencia, pero tiene que ser comprendida conceptualmente y mantenida como un absoluto.
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Observa que el sistema filosófico basado en el axioma de la primacía de la existencia (es decir, en el reconocimiento del absolutismo de la realidad), ha llevado al reconocimiento de la identidad del hombre y de los derechos. Pero los sistemas filosóficos basados en la primacía de la consciencia (es decir, en la noción aparentemente megalómana de que la naturaleza es lo que el hombre quiere que sea) conducen a la conclusión de que el hombre no posee identidad, que es infinitamente flexible, maleable, utilizable y descartable. Pregúntate por qué.

Primacía de la Consciencia
vs. 
Ellos quieren falsear el axioma de la existencia y la consciencia, quieren que su consciencia sea un instrumento no de percibir sino de crear la existencia, y que la existencia sea no el objeto sino el sujeto de sus consciencias – ellos quieren ser el Dios que crearon en su imagen y semejanza, creando un universo a partir de un vacío por un capricho arbitrario. Pero la realidad no puede ser engañada. Lo que ellos consiguen es lo opuesto de su deseo. Quieren ejercer un poder omnipotente sobre la existencia; en vez de eso, pierden el poder de su consciencia. Al rehusarse a conocer, se condenan a sí mismos al horror de una ignorancia perpetua.



Es importante observar la interrelación de estos tres axiomas [existencia, consciencia e identidad]. Existencia es el primer axioma. El universo existe independiente de la consciencia. El hombre es capaz de adaptar sus conocimientos a sus propias necesidades, pero "la naturaleza, para ser comandada, debe ser obedecida" (Francis Bacon). No hay ningún proceso mental que pueda cambiar las leyes de la naturaleza o borrar los hechos. La función de la consciencia no es crear la realidad, sino comprenderla. "Existencia es identidad, consciencia es identificación".

La fuente filosófica de este punto de vista y su principal defensor en la historia de la filosofía es Aristóteles. Sus adversarios son todas las otras principales tradiciones, incluido el platonismo, el cristianismo y el idealismo alemán. Directa o indirectamente, estas tradiciones defienden la idea de que la consciencia es el creador de la realidad. La esencia de esta noción es la negación del axioma de que la existencia existe.
Leonard Peikoff,
The Ominous Parallels
"Discurso de Galt",
For the New Intellectual



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