Bookmark and Share Bookmark and Share
Los Paneles de la Muerte
Durante varias semanas los periódicos de Gran Bretaña han estado repletos de artículos sobre casos el los que el NHS (National Health Service – Servicio Nacional de la Salud) han "desenchufado a la abuela".

La última es la historia de una mujer que tuvo que luchar contra sus médicos durante varias semanas después de que ellos le retiraran el cuidado a su madre de 80 años de edad. Según el Times de Londres:

<<Hazel Fenton, de East Sussex, está viva nueve meses después de que los médicos dictaminaran que sólo tenía unos pocos días de vida, le retiraran su antibióticos, y le negaran alimentación artificial. La profesora de escuela jubilada había sido colocada en un controvertido esquema de cuidados diseñado para facilitar los últimos días de pacientes moribundos.

Los médicos dicen que Fenton es un ejemplo de pacientes que han sido condenados a muerte por el plan de atención de Liverpool. Argumentan que, aunque es adecuado para pacientes que tienen pocos días de vida, está siendo utilizado de forma mucho más amplia por el NHS, negándole tratamiento a pacientes de edad avanzada que no se están muriendo.

La hija de Fenton describe el sistema del NHS de tratar con pacientes ancianos muy enfermos como "un subterfugio para legalizar la eutanasia de los ancianos". En otras palabras, un panel de la muerte.>>

Esta es sólo la historia más reciente. Durante algún tiempo, los periódicos británicos han estado llenos de informes sobre los fallos del Servicio Nacional de la Salud, pero el bombardeo se ha intensificado en los últimos meses. Una muestra:

Del Daily Mail el 13 de octubre: "Un abuelo que había vencido el cáncer fue informado erróneamente que la enfermedad había vuelto, y se le dejó morir en un hospicio pionero en una polémica ´vía de muerte '. Los médicos dijeron que no había nada más que podían hacer por Jack Jones, de 76 años, y su familia afirma que le fue negado el alimento, el agua y todos los medicamentos excepto analgésicos. Murió en el plazo de dos semanas. Pero las pruebas después de su muerte encontraron que su cáncer no había vuelto y que en realidad estaba sufriendo de una neumonía provocada por una infección en el pecho".

Del Daily Telegraph el 13 de octubre: "Alrededor de las 4 de la madrugada del lunes, una amiga mía fue despertada por una llamada del asilo privado en el suroeste de Londres, donde su abuela de 98 años reside... ´Tiene que ir al hospital ¿Quieres eso? ¿O prefieres que la pongamos cómoda?´ Aturdida por el sueño, ella no comprendió inmediatamente lo que se le pedía. Su abuela está inmovilizada por una calcificación en la rodilla, y por eso está en el asilo. Está un poco sorda y frágil, pero por lo demás animada y alegre .... ¿Por qué no dejarían que recibiera tratamiento médico si es lo que necesitaba? De pronto, el espantoso significado de la llamada telefónica se hizo patente – le estaban preguntando si deberían dejar que su abuela muriese .... Mi amiga está fuera de sí .... ¿De verdad le estaban pidiendo que pronunciara una posible sentencia de muerte sobre su abuela, una mujer sin ninguna otra enfermedad subyacente más que la vejez?".

De The Sun el 7 de octubre: "Este fontanero discapacitado se quebró el brazo de forma horrible hace diez meses y aún está en espera de una cirugía para repararlo. Torron Eeles ... acusó al NHS de atrasos ´inaceptables´ – alegando que han cancelado cuatro operaciones diferentes. Su brazo cuelga inerte a su lado, lo que significa que Torron no puede trabajar para vivir y ahora se enfrenta a la perspectiva de perder su casa".

Del Daily Mail, de nuevo, 8 de octubre: "A miles de pacientes del NHS con artritis reumatoide que antes era incurable se les podría estar negando una nueva droga ´inteligente´ para aliviar su sufrimiento, porque es demasiado cara .... El medicamento ha sido autorizado en toda Europa, pero el costo ha hecho que el "comité de racionamiento" del Gobierno emita una prohibición preliminar a su uso por los pacientes del NHS en Inglaterra. La medida ha sido condenada por los grupos de pacientes, que afirman que los pacientes severamente afectados tendrán que recurrir a terapias ineficaces que no impedirán que pierdan sus empleos al tener una discapacidad cada vez mayor".

¿Sabías que Gran Bretaña tiene un panel médico de racionamiento? Se llama el Instituto Nacional para la Salud y la Excelencia Clínica – National Institute for Health and Clinical Excellence, conocido por la sigla orwelliana NICE – y el Presidente Obama quiere crear un panel similar en los EE.UU. para dar "orientación" sobre qué tratamientos son "rentables" y deberían ser permitidos.

La mayor parte de las reciente historias británicas tienen que ver con las "vías de asistencia de Liverpool", un sistema aprobado por NICE en el que se les anima a los médicos a retirarles el apoyo médico a pacientes que ellos consideran demasiado enfermos para vivir. Pero a principios de septiembre, un grupo de médicos envió una carta al Daily Telegraph, argumentando que "ese esquema está provocando una ´crisis nacional´ en el cuidado del paciente .... ´Prever la muerte es una ciencia inexacta´, dicen. Los pacientes están siendo diagnosticados como estando cerca de la muerte ´sin importarles el hecho de que el diagnóstico podría estar equivocado´". El doctor Peter Hargreaves dice, "Lo que están tratando de hacer es evitar que a la gente se la trate en exceso cuando se están muriendo. Es una idea muy loable. Pero la preocupación es que es una medicina de marcar la casilla, que hace que las personas paren de pensar".

Como un ejemplo especialmente indignante de esa "medicina de marcar la casilla" – que no sólo se aplica a los viejos – aquí hay un desgarrador informe en la edición del 10 de septiembre del Daily Mail:

Los médicos dejaron que un bebé prematuro muriera porque había nacido dos días antes del plazo, afirmó ayer su desconsolada madre. Sarah Capewell les suplicó que salvaran a su pequeño hijo, que había nacido con sólo 21 semanas y cinco días de gestación, casi cuatro meses antes de tiempo. Ellos hicieron caso omiso de sus súplicas y supuestamente le dijeron que estaban siguiendo las directrices nacionales que a los bebés nacidos antes de las 22 semanas no se les administraría tratamiento médico. Miss Capewell, de 23 años, dijo que los médicos se negaron incluso a ver a su hijo Jayden, que vivió durante casi dos horas sin ningún tipo de apoyo médico.

Ella se quedó alucinada al descubrir que otro niño, nacido en los EE.UU. a las 21 semanas y seis días de embarazo, había sobrevivido. Amillia Taylor nació en Florida en 2006 y celebró su segundo cumpleaños el pasado mes de octubre. Ella es el bebé prematuro más joven que ha sobrevivido.

Es verdad que bebés muy, muy prematuros tienen tasas de supervivencia muy bajas y un alto riesgo de complicaciones médicas graves. Pero la decisión sobre si tratar y cómo tratar a un niño debe ser hecha por los padres en consulta con sus médicos, no por las órdenes de algún panel médico anónimo. Pero eso es lo que sucede cuando tu médico queda reducido a un simple burócrata marcando casillas en la papelada del gobierno.

Así es como un supuesto "derecho" a la asistencia sanitaria proporcionada por el Gobierno conduce a la negación de la asistencia sanitaria. Mientras los presupuestos públicos de la salud siguen creciendo inevitablemente en una espiral fuera de control, los hospitales se encuentran con recursos insuficientes, por lo que una burocracia centralizada de asistencia sanitaria trata de controlar costes haciendo que a los pacientes se les conceda o se les niegue la asistencia de acuerdo con normas preestablecidas elaboradas por los paneles de la muerte. En este sistema, el paciente tiene poco o nada de control, precisamente porque no es él quien paga la cuenta, así que nadie tiene por qué escucharle a él. Eso es lo que pasa cuando la gente renuncia a su verdadero derecho a la asistencia médica – el derecho a contratarlo de forma privada con médicos y compañías de seguros – a cambio de un "derecho" ilusorio a la asistencia que al gobierno se le ocurra proveer. Y los defensores de este sistema tienen el descaro de llamarlo una asistencia médica "universal".

La prensa británica podrá estar enfrascada en esta historia, pero no vas a leer nada en los periódicos americanos. ¿Por qué? Porque si estas historias fueran ampliamente publicadas en el otro lado del Atlántico – si la gente supiera que el Servicio Nacional de la Salud está desenchufando a la abuela – empezarían a preguntar muy seriamente si podría suceder lo mismo bajo el sistema de asistencia de Obama (ObamaCare).

Puede suceder y sucederá. Ya hemos descrito el mecanismo y el motivo para negar la asistencia: una norma colectivista en la que los requerimientos de tu salud son juzgados de acuerdo a los costos para la "sociedad" – en lugar de los costos y los beneficios para ti.

Pero no os lo creáis sólo porque lo digo yo. Los bloggers han desenterrado un discurso del defensor de la asistencia médica "universal", Robert Reich, en el que describe lo que un "presidente honesto", diría al respecto:

<<Vosotros, los jóvenes, las personas sanas – vosotros vais a tener que pagar más ....

Si eres muy viejo, no te vamos a dar a toda esa tecnología y todas esas drogas en pocos últimos años de su vida para mantenerte vivo tal vez un par de meses más. Es demasiado caro, así que vamos a dejar que te mueras.

Además, voy a usar el poder de negociación del gobierno federal ... para forzar a las empresas de drogas y a las compañías de seguros y a los proveedores médicos a que reduzcan sus costos. Pero eso significa menos innovación, y eso significa menos productos nuevos y menos medicamentos nuevos en el mercado, lo que significa que probablemente no vais a vivir tiempo como vuestros padres.>>

Esta es una excelente descripción de lo que está sucediendo en estos momentos en Gran Bretaña.

Una transcripción de este discurso fue amablemente proporcionada en el artículo: "Vamos a dejar que os muráis" del Wall Street Journal, por James Taranto, que ha sido una de las pocas personas que ha tratado las historias que proceden de Gran Bretaña, terminando cada una de ellos con la misma cita misteriosa y tranquilizadora de la columna de Paul Krugman del New York Times: "En Gran Bretaña, el propio gobierno dirige los hospitales y emplea a los doctores. Todos hemos escuchado historias de miedo sobre cómo funciona en la práctica; estas historias son falsas".

El debate actual sobre la asistencia médica ha adquirido una ironía dramática digna de una gran obra de ficción. Mientras Estados Unidos debate si darle al gobierno un papel dominante en la asistencia a la salud, Gran Bretaña está debatiendo las terribles consecuencias de ese mismo sistema estando controlado por el gobierno. Pero nadie en Estados Unidos conoce este debate, porque nuestra prensa quiere fingir que no existe.

En un buen thriller, los protagonistas conocerían la verdadera historia justo a tiempo de salvarse del desastre. Tal vez lo que está sucediendo en Gran Bretaña recibirá suficiente publicidad a tiempo para ayudar a impedir que ObamaCare sea aprobada por el Congreso. Sin embargo, en una tragedia, el conocimiento del futuro que podemos esperar bajo el control del gobierno llegaría demasiado tarde, cuando ya le hayamos entregado nuestras vidas al Estado.

La historia no está escrita todavía, así que el resultado aún depende de nosotros.
En Gran Bretaña se demuestra que el "Derecho a la Asistencia Médica" lleva a la Negación de la Asistencia Médica.

Recordemos la reciente controversia sobre los "paneles de la muerte" – la idea, expresada despectivamente por el Presidente Obama, de que un mayor control del gobierno sobre la medicina podría causar que burócratas anónimos "desenchufaran a la abuela".
Por Robert Tracinski
Traducido y adaptado con permiso del autor. Prohibida la reproducción.
The Intellectual Activist ofrece una subscripción por email (en inglés) de noticias y análisis desde una perspectiva en
favor de la razón, el individualismo y la libertad.